Año 1992, Senna afrontaba otra temporada más a los mandos de su Mclaren, con la intención de revalidar su tercera corona lograda el año anterior. Pero esta campaña se encontró con que su máquina nada pudo hacer frente a los poderosos Williams que son su Williams - Renault FW14B con suspensión activa se pasearon durante todo el año atormentando el ego ganador del piloto brasileño.
El año 1993 no fue tan aciago para el piloto de Mclaren y si bien tras numerosas controversias con su propio equipo sobre si correr ese año o no con los coches dirigidos por Ron Dennis a causa de su falta de competitividad el año anterior, el impetuoso brasileño accedió, bajo ciertas condiciones a disputar el año completo con la escuderia inglesa. No fue un mal año, pero de nuevo no fue sucifiente para batir a los todopoderosos Williams F1, por lo que, dado el carácter ganador de Senna, la via de escape, o solución, no podía ser otra que fichar por el equipo patroneado por Frank Williams.
Así fue, y así se presentó el año 1994, si bien, un acontecimiento a principios de año viró el sentido de la historia y obligó a forjar un borrón y cuenta nueva en los marcadores de todos los equipos.
A finales de enero de este año, Max Mosley, recién elegido presidente de la FIA ( Federación Internacional de Automovilismo ) impulsó una reforma del reglamento técnico de la F1 que prohibía cualquier ayuda electrónica a la conducción. ( Punto capital en el extraordinario rendimiento de los Williams las dos campañas anteriores). Los monoplazas verían como las suspensiones activas, el control de tracción, los cambios automáticos preprogramados, el ABS y la telemetría bidireccional ( coche - box / box - coche ) pasarían a la historia y los equipos se veían en la obligación de retirarlos de sus vehículos. Como no podía ser de otra forma Frank WIlliams fue uno de los principales opositores a estos cambios, a continuación veremos el por qué, además, su principal rival para ese año, el equipo Benetton, había evolucionado su coche en 1993 y tuvo más tiempo para introducir modificaciones reglamentarias el auto de Williams tenía que partir de cero.
Retornando a lo anteior hemos, con la mayor simpleza posible plasmar que, pese al motor más potente con el que habían contado las versiones del Williams los últimos dos años en los que fueron campeones, 92 y 93, su principal ventaja se debía a la eficiencia aerodinámica del bólido diseñado por Adrian Newey ( sí, el mismo que ahora podemos ver en el muro de Red Bull y principal artífice de sus últimos dos mundiales) .
Newey siempre ha destacado por la radicalidad de sus diseños si bien, estos tenían un defecto, y es que cuando sus monoplazas rodaban en pistas donde el asfalto era ondulado su eficiencia aerodinámica decrecia a pasos agigantados. Pues bien, ahí es donde el papel de la suspensión activa que montaban los Williams contrarrestaba este efecto y lograba "alisar" la carretera con lo cual nadie podía serguir el ritmo de los coches de Frank.
Evidentemente la supresión de estas ayudas suposo un gran quebradero de cabeza para el magnifíco aerodinamista que no logró compensar en su diseño originario del FW16 de ese año, de hecho, el propio Senna declaró en los primeros test del 94, que el coche era inmanejable. De hecho a punto estuvieron de recuperar el monoplaza del año anterior con las adaptaciones de reglamento necesarias para afrontar el inicio del campeonato, pero Newey convenció a Patrick Head, director técnico de Williams y al propio Senna que lo más acertado era correr con el vehículo diseñado expresamente para ese año.
Así pues el nuevo fichaje de Williams afrontaba el inicio de la temporada sin convencimiento alguno, con dificultades para pilotar aquél bólido de comportamiento imprevisible, hasta el extremo de que sus manos en ciertas curvas pronunciadas golpeaban con las paredes del cockpit, porque como hemos dicho, el diseño era tan radical que el piloto brasileño apenas tenía sitio en el FW16, esto último algo crucial como veremos en capítulos posteriores para que se desencadenara el trágico accidente.
Además, finalizar este episodio plasmando que durante los test de pretemporada el equipo Benetton, principalmente con el vehículo pilotado por el jovencísmo Michael Schumacher pulverizaba los registros de tiempo allá por donde rodaba y el Williams de Senna se tenía que conformar con seguir la estela del joven alemán, pero evidentemente el juego aun no había comenzado y el brasileño no iba a regalar su cetro de campeón sin pelear, la guerra estaba en ciernes y la casa del tricampeón, Brasil, sería testigo de la primera batalla.
Sergio.
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