martes, 28 de junio de 2011

El "señor" Quesnel y el "señorito" Ogier.

Olivier Quesnel, director deportivo del grupo PSA, es decir, Citroën y Peugeot. 


Quizá a muchos no les suene de nada este nombre, pero a buen seguro que a cualquier seguidor del mundial de rallyes sí. Y conocerá sus artimañas, poco deportivas, por no decir otra cosa, para lograr la victoria. No voy a comentar las “facilidades” que sus coches, bajo sus órdenes, en Le Mans, dieron a los Audis a la hora de ser doblados, no, no lo voy a hacer ahora por más bochornoso que me pareciere, y más amparándose bajo una marca como Peugeot, y en suelo francés. Tampoco voy a remontarme meses ni años atrás para recordar todas esas tretas que ha llevado a cabo, ( que le pregunten a Dani Sordo). Simplemente quiero comentar la mayor estupidez que hoy día se puede ver en el mundo del motor de alta competición.
¿A alguien se le ocurriría teniendo bajo su auspicio ( aunque más bien sería al revés, pues más le debe Loeb a Quesnel que viceversa) al piloto más laureado de la historia de los rallyes, como es su compatriota Sebastien Loeb, heptacampeón del mundo, ningunearlo y tratarlo como a un novato cualquiera? Pues a él sí.

Me explico y me refiero concretamente a la última prueba del WRC disputada en tierras helenas.
Finalizó la segunda etapa del rally ,con Loeb en primera posición y a algo menos de tres segundos el otro Sebastián, Ogier ( el protegido). Este resultado se dio por orden y manejo expreso del señor Quesnel, sufriendo el heptacampeón del mundo un claro perjuicio que le hacía saber que en la siguiente y última de las jornadas cedería su liderato, y triunfo final, a su compañero, que no amigo, dentro de Citroën. Quizá los menos aficionados al mundo de los rallyes os estaréis preguntado por qué es mejor quedar segundo que primero de cara a la siguiente jornada, pues de una forma sintética os lo explico.


En los rallyes el orden de salida de la última jornada, en este caso, se elabora teniendo en cuenta el orden de la clasificación de la prueba al finalizar la segunda etapa, es decir, que al finalizar Loeb como líder en la misma, sería el primero en tomar la salida en cada uno de los tramos del último día. En las pruebas de tierra, como ésta del Acrópolis, los que salen en los primeros lugares les toca “ir abriendo camino”, es decir, son los primeros en pasar por los tramos y por tanto van limpiando la pista de piedras, suciedad y objetos que puedan encontrarse en el camino, por ello los que vienen a continuación tienen una gran ventaja, porque en cierta medida se encuentran con el camino “despejado”.

Así pues vemos como la ventaja era para Ogier, pero, ¿cómo logró esto el señor Quesnel?
Pues bien, durante los tramos nocturnos de esa segunda jornada el GPS de Ogier fue “desconectado” (entiéndaseme la intención de las comillas de aquí en adelante como señal de ironía y si se quiere de cierta, respetuosa siempre, burla), por lo que ninguno de sus rivales sabía que tiempos iba realizando hasta que concluyera el correspondiente tramo. Por ende, Loeb que partía delante de Ogier, no era consciente de que tiempos estaba realizando su compañero de equipo, y en teoría, este, tampoco debería de conocer los tiempos del resto, ya que como hemos dicho desconectó el GPS. Pero claro, aquí es donde el “señor” Quesnel se encargó de informar minuciosamente por radio a su “ahijado” del tiempo que debía realizar para no finalizar la jornada como primero y acabar lo más próximo posible del piloto de Alsacia (Francia). Dicho y hecho. En los últimos metros el “desconectado”,aminoró su marcha descaradamente para entrar en segundo lugar a un par de segundos de su compañero.



Evidentemente el perjudicado no fue un cualquiera, y desde luego se ha ido a atacar a un piloto que no se caracteriza por guardarse sus opiniones, y evidentemente se encargó de compartir estas con “L’equipe” y con la TV oficial del mundial de rallys.

"El equipo le ha notificado mi tiempo para quedar en la general detrás de mí". "Ésta estrategia de equipo grande ... me hace reír. El equipo optó por ayudar a Ogier para ganar este rally, en lugar de ayudarme a ganar el campeonato. Esta es una buena información para el futuro. Ahora sabemos que el N º 1 es Ogier "

A nadie sorprenden ya estas maniobras de este señor, pero, ¿ de verdad la FIA no piensa hacer nada? Espero que los rumores que hay para controlar este tipo de actuaciones de cara al próximo año sean ciertos, porque es una forma muy dolorosa de atentar contra un bello deporte. ¿El  por qué de todo esto? Pues es una opinión que daré en próximas fechas porque no quiero extenderme más, pero quizá Ford, WV, y Guy Fréquelin tengan mucho que decir.

Sergio

miércoles, 22 de junio de 2011

Cómo estropear un gran deporte.

La fórmula 1, también denominada como la “categoría reina del automovilismo”,  se ha caracterizado por ser un deporte fundamentado en, poner al límite al ser humano frente al automóvil, en magníficos escenarios como son los Circuitos de Carrera.
No obstante, los incidentes acaecidos en los últimos Grandes Premios,  están echando por la borda décadas de reinado. Todo ello, se debe a unas decisiones equivocadas por parte de la FIA (Federation Internationale de l’Automobile) que dan como consecuencia una pérdida del gran espectáculo que ofrecen estos bólidos.
Primeramente, nos trasladamos a Mónaco, uno de los circuitos más peligrosos a la vez que más bellos del calendario. “¿Quién dijo que la Fórmula 1 era aburrida?” Pensábamos todos los espectadores ante la alocada carrera. No obstante, a falta de ocho vueltas para la finalización del  Gran Premio, un accidente en el que se vieron implicados Hamilton, Petrov y Jaime Alguersuari, dio como resultado la suspensión de la carrera. 


Bandera Roja en pista, por lo que los coches restantes volvieron a la línea de salida, para terminar la carrera. A las 16:05 se relanzaba la carrera y ante el asombro de los presente, los pilotos cambiaron los neumáticos de sus monoplazas. Por tanto, se benefició a los pilotos con las gomas más desgastadas, como S. Vettel. En las ocho vueltas restantes, no ocurrió nada, pues los tres que iban en cabeza mantuvieron sus respectivas posiciones. 

Dos semanas después, nos trasladamos al Gran Premio de Canadá, un fin de semana con lluvia que da como consecuencia el Gran Error de la temporada: Inicio de la Carrera con el Safety Car.
Un inicio de carrera bastante atípico, que obligó a todos los equipos a empezar la carrera con neumáticos de lluvia extrema. A la finalización de la tercera vuelta, el Coche de Seguridad se retiró y dio comienzo el Gran Premio.


Sobre la vuelta 20 da comienzo el diluvio universal sobre el circuito Giles Villenueve, Coche de Seguridad en pista y en la vuelta 25 se declara suspendida la carrera. Así pues, tras una larga espera, a las 21:50 (hora peninsular) se reanudó la carrera con el Safety Car en pista, durante 9 VUELTAS!!  

Pienso que este proteccionismo por parte de la FIA y de los Comisarios, no favorece para nada al Gran Circo de la Fórmula 1. Que no se me malinterprete, no quiero decir que se ponga en peligro la vida de los pilotos, sino que ante situaciones adversas prime el espectáculo y el potencial de los conductores.

Un saludo.
Raúl
   

lunes, 20 de junio de 2011

El "Malsueño" Americano

Domingo 29 de Mayo, las 500 millas de Indianápolis y  400.000 espectadores abarrotando el Indianapolis Motor Speedway, con la esperanza de que después de 5 años un estadounidense colmara sus ansias de victoria y pudiera alzarse con el entorchado en la edición número 100 de una de las más prestigiosas competiciones del mundo del motor.

Después de toda la tradicional parafernalia, los coches se convirtieron en los auténticos protagonistas, y los 33 contendientes se enfrascaron en la ardua batalla por el trofeo Borg-Warner.

La carrera se estaba viendo dominada con mano firme por los principales favoritos, los chicos del Chip Ganassi. Dixon y Franchitti parecían sedientos por repetir triunfo en las 500 millas y sus coches parecían acompañarles yendo sobre raíles a través de las 2,5 millas del superóvalo de Indiana. Junto a ellos vimos a un competitivo, especialmente en el inicio, Alex Tagliani, que aprovechó que partía desde la primera posición para barajarse en los primeros lugares.

No me gustaría pasar desapercibido el magnífico papel de Oriol Serviá (a la postre, quinto), que durante algo más de 15 vueltas lideró la prueba.

Así pues, todo discurría según el guión, los favoritos copaban las primeras posiciones anhelando la llegada de las últimas 50 vueltas en las que de verdad se jugarían la victoria.

Encaminándose a través de esas últimas 100 millas, una inoportuna bandera amarilla complicó la estrategia de los favoritos y el baile de entradas a repostar se sucedió, si bien muchos pilotos de mitad de la clasificación y ante la falta de ritmo real de sus bólidos prefirieron arriesgar y continuar en pista, encomendándose a ser capaces de mantener un ritmo aceptable a la par que mantenían un consumo que les permitiere cruzar la Brickyard ( milla de ladrillo, es decir, la línea de meta de este circuito).

Así pues ,tuvimos como líder gracias a esta estrategia a Danica Patrick, pero a consecuencia del conservadurismo de su planteamiento y para ahorrar algo de combustible tuvo que ceder ante el ritmo veloz, pero fugaz, de Bertrand Baguette, que tuvo sus minutos de gloria hasta que imperiosamente debió entrar a repostar cuando faltaban un par de vueltas. En este punto se demostró como este grupo de “menos favoritos” que decidieron optar por ahorrar combustible y eliminar esa última parada, acertaron en el planteamiento, y por ello, la punta de la carrera recayó, en el protagonista de la jornada, y posiblemente del año en el deporte del motor americano, JR Hildebrand.

El joven piloto estadounidense, (23 años) se encontró a falta de cuatro vueltas ante su gran oportunidad en su debut en las 500 millas de Indianápolis.
Aquello era un sueño embriagador para todos aquellos que observaban la carrera en directo. Un piloto norteamericano, cinco años después ( Sam Hornish Jr, 2006), se encontraba en franca disposición para llevarse el codiciado título, además un rookie, el sueño americano se repetía después de la victoria de Trevor Bayne en la Daytona 500. Además el día siguiente se celebraba en Estados Unidos el Memorial Day, su coche iba patrocinado por la Guardia Nacional americana, aquello era de película.

Entrada triunfal en la última vuelta, bandera blanca al viento, nadie por detrás que le acechase y horizonte despejado… o eso creímos.

En la última curva JR Hildebrand se encontró con un doblado, que circulaba por la parte interior de la pista, una maniobra sencilla en la que tenía que abrirse ligeramente, aminorar la velocidad y adelantar sin complicaciones. Pero algo fue mal… al doblar al coche que le antecedía el joven piloto no aminoró lo suficiente y después de 799 curvas, cometió SU error, en la última.
El coche perdió adherencia por la desmedida velocidad y fue poco a poco perdiendo la trazada ideal, hasta que en la salida de la curva se produjo la desgracia. 400.001 corazones contraídos y un coche contra el muro. 






Incluso así, el joven piloto no cejó en su empeño por ganar y continuó acelerando a fondo con el coche destrozado y recorriendo cada uno de los palmos del muro, pero no pudo ser…el muro tenía más fuerza que el empuje de todo el estadio y a media recta Dan Wheldon (brtitánico)  lo sobrepasó con facilidad por la parte central de la pista y ante su perplejidad y asombro, se encontró con su segunda victoria en la carrera de las carreras del deporte norteamericano.








Hildebrand logró entrar segundo, pero aquello ya no importaba, solo tenía relevancia lo que tuvo en su mano y lanzó al aire por un ligero, pero inaceptable despiste.

Quizá pueda ganar en el futuro, pero nunca podrá redimirse del pasado…


Sergio





Los Escapes Sopladores.

Mucho hemos oído hablar de los famosos escapes sopladores en los últimos tiempos en la Formula 1, pero, ¿realmente es ello lo que parece que se va a prohibir? ¿qué son? ¿qué ventaja dan?

Bien, intentaremos de la forma más sencilla y concreta posible dar luz a éstas y otras cuestiones.

Pare ello hemos de comprender dos cosas, la primera de ellas es la vital importancia que juega hoy en día la aerodinámica en la Formula 1 y la segunda una sencilla regla física, a mayor velocidad de un flujo de aire, mayor presión ejerce este.

Una vez sentadas estas premisas observemos la siguiente imagen:


Si incorporáramos los flujos de aire en esta imagen, veríamos como el fondo del coche y en especial, su difusor, reconducen el aire que pasa por debajo del mismo y lo hacen circular de la forma más rápida posible, pero en el punto donde nos indica la flecha oblicua y en el mismo punto de la parte opuesta ,observaríamos dos “remolinos”, es decir, una zona de turbulencias donde el difusor no hace efecto y por ende el aire queda ralentizado, ejerciendo por lo tanto el coche una menor presión respecto al suelo, perdiendo eficiencia aerodinámica, es decir, velocidad.

Pues aquí ,es donde entran en juego los escapes, que al expulsar rápidamente los gases calientes del proceso de combustión, “retiran” el aire almacenado en esa zona de turbulencia, minimizando sus efectos al favorecer el tránsito de este, ya que evidentemente estos gases calientes se reconducen hasta la parte inferior del difusor, además, evitan la entrada de aire “exterior” hacia el fondo plano del coche.

Pues bien, como sabemos el proceso de admisión, compresión, explosión y escape se produce al apretar el acelerador y  dar entrada al cilindro la gasolina, desencadenando el susodicho proceso, dando lugar a la salida de los gases que se reconducen como acabamos de explicar.

Así pues ¿qué hacen los escapes sopladores?
Lo que hacen es que incluso aunque el piloto no esté acelerando los escapes sigan expulsando gases y por lo tanto favoreciendo el flujo de aire.

¿Cómo se logra esto?
He aquí, el verdadero debate sobre la prohibición, limitación o no.

Lo que ha logrado a la perfección el equipo Red Bull es aplicar un mapa motor que logra que incluso mientras se suelta el acelerador o se produce la frenada, se retrase el encendido para que la mezcla se inflame a destiempo, es decir, con retraso respecto de lo normal, cuando la válvula de escape continúe todavía abierta. Así pues, aunque no se pise el acelerador, siempre se inyecta una pequeña cantidad de combustible, lo que hace que se mantenga un flujo constante de presión de escape, lo que asegura el aprovechamiento del empuje de los gases del escape hacia el difusor y por ende, una carga aerodinámica mayor para el paso por curva.

¿Sus desventajas? El consumo de combustible y el sobrecalentamiento de los escapes, culata y válvulas de escape, por lo que aquí tenemos la respuesta , o al menos una de las razones, por las que los Red Bull vuelan literalmente en calificación y ven acortadas las distancias en la carrera.

                                                                                                                                                   Sergio.

Presentación

                    
Este blog está creado con la intención de compartir nuestra afición por las competiciones del mundo del motor, comentando aquellos aspectos que nos resulten más interesantes o curiosos. Así pues, no es nuestra intención realizar un seguimiento exhaustivo de ninguna de las competiciones que iremos sacando a la palestra, sino que intentaremos acercar un poco más este apasionante mundo a aquellos que lo deseen. Por ello, estamos abiertos a todo tipo de sugerencias y cualquier ayuda u opinión será bien recibida.

Que paséis una buena tarde Boxeros!!


                                                                                                                  Sergio y Raúl