El pasado fin de semana tuvo
lugar, como cada año, la más famosa y espectacular subida del mundo del motor, la
“Pikes Peak International Hill Climb”, también conocida como “La carrera hacia las
nubes”.
La prueba americana, disputada en
las montañas de colorado se ha ganado durante sus 91 años de existencia por
motivos evidentes.
19 kilómetros 983 metros, en los que los pilotos deben de superar las
156 curvas del recorrido y un desnivel de más de 1.400 metros, puesto que la
salida se ubica a 2.866 metros de altitud y la llegada a unos impresionantes
4.301 metros.
En la edición del pasado año el
piloto Californiano Rhys MIllen con un Hyundai Genesis de 700 CV estableció un
nuevo récord, pero este año, tal y como
anunciábamos semanas atrás le había salido un más que duro competidor. ( http://reflexionesenboxes.blogspot.com.es/2013/04/escorpion-de-terciopelo.html )
Y este no era otro que el piloto
francés Sebastien Loeb, quien a los mandos de un Peugeot 208 T16 se había
puesto un nuevo objetivo, y cuando el caníbal de la alsacia quiere algo… lo coge.
Así pues, como era de esperar, no
dio margen a la duda, “llegó, vio y venció”, no dio oportunidad a nadie y con
un espectacular crono de 8.13:878 se llevó la nonagésimo primera edición de la
subida, aventajando en casi 50 segundos al segundo en la prueba, el propio
Millen, y rebajando el récord anterior en 1 minuto y 33 segundos.
Desde luego estableció una marca
que parece que durará muchos años, y ha grabado con letras de oro su
nombre en la historia de la prueba, además de 25 años después ha vuelto a llevar a
Peugeot a la cima de esta aventura.
Sergio.