Nada en la Fórmula 1 es por
casualidad, nada ocurre porque sí y sin explicación aparente, pero, intuyo que la decadencia en prestaciones de Ferrari es
más sencilla de lo que muchos medios se empeñan en trasladar a la opinión
pública.
Corría el año 1996 y Michael
Schumacher fichaba por la escuadra del cavallino, pero no venía solo, sino que
se traía consigo a dos de los ingenieros más preciados del momento y a la
postre, de los últimos 20 años de la Fórmula 1, el sudafricano Rory Byrne y el
archiconocido, hoy en Mercedes, Ross Brawn. El trío, estaba completado por Jean
Todt, y se iban a encargar de llevar a cabo una de las tiranías más laureadas
de la historia de la Fórmula 1.
Seis títulos mundiales de constructores
consecutivos y cinco de pilotos.
El paso de los años se hizo
latente y el relevo llegaba. Uno a uno fueron dejando la Scuderia. Los primeros
años de transición parecían presagiar que el equipo seguiría en la pomada,
hasta tal punto que el año siguiente a la retirada del Kaise,r fueron campeones
con el finlandés Raikkonen, y al año siguiente con Felipe Massa, perdieron el
título en la última curva. Posiblemente no tuvieron el mejor coche en aquellos
2007 y 2008, pero eran competitivos y peleaban por el mundial. Todo espejismo, pues
aquellos coches no eran más que evoluciones del trabajo realizado por el
cuarteto de genios de años atrás.
Pero el cambio llegó, y en 2009
el reglamento técnico fuere rescrito de nuevo, encontrándose los equipos ante
la tesitura de tener que partir de cero. Pues bien, de sobra es conocido el
nefasto vehículo que la marca de Maranello creó aquel año, optando a ocupar las
posiciones intermedias del pelotón.
En 2010, con la llegada de
Fernando Alonso y nuevas ilusiones, los resultados fueron mejores, pero nos
encontramos de nuevo ante un coche mediocre, el tercero de la parrilla, que si
bien estuvo luchando por el título hasta el último suspiro del mismo, esto no
se debe más que a la magia del piloto asturiano, y porque no decirlo, a la
pésima gestión del mundial llevaba a cabo por el equipo Red Bull.
El año pasado el domino de los
coches de la marca austriaca y su difusor soplado, quedará plasmado para los anales
de la historia y la mediocre actuación del equipo italiano durante todo el año
es digna de no recordar.
Pues bien, parece que este año el
equipo sigue sin encontrar el rumbo, lo cual nos lleva a la reflexión que a
continuación deviene.
Ferrari ha dado vueltas y vueltas
a su plantilla de ingenieros estos dos últimos años, pero parece, que a la mayor
parte de la gente se les pasa por alto un dato que a mi juicio es clave.
El circuito de Fiorano, pista
privada del equipo y lugar donde las criaturas rojas rodaban hasta la
extenuación. Como sabréis en 2009 se prohibieron los test privados para los
equipos de Fórmula 1, y la marca del Cavallino se encontró con que a partir de
ah,í todo se debería de basar en el CFD y en su túnel del viento, algo a lo que
desde luego no estaban acostumbrados tal y como se ha demostrado.
El año pasado ya se encargó de
manifestar su máximo responsable por aquel entonces en el área aerodinámica,
Aldo Costa, que el escaso rendimiento del F150 se debió a una mala comprensión
de los datos del túnel del viento, o si se prefiere, a una mala calibración del
mismo.
Ferrari conocía de lo vetusto y limitado
de su túnel de viento, por lo que eran conscientes de la necesidad de ponerse a
trabajar en el mismo, pero durante ese periodo debían de buscar alguna
solución, para lo cual, aprovecharon que la marca nipona, Toyota dejó la
Fórmula, para en 2010 usar sus túneles del viento, para además así, poder
comprobar los datos con el que el equipo tiene en propiedad y calibrarlo de
forma correcta.
De hecho, el año pasado, allá por
el mes de abril, nos encontrábamos por los medios con noticias como estas:
Tras
analizar los datos recogidos durante estos grandes premios, en Ferrari
han llegado a la conclusión de que el punto débil del actual monoplaza se
encuentra en su aerodinámica. Pero más allá de una incorrecta línea de
trabajo por parte de los diseñadores, desde Ferrari (el propio Stefano Domenicali)
han informado que su túnel de viento tiene problemas estructurales.
Traducido
al aficionado de a pie significa que los datos que arroja el túnel de
viento no se corresponden con la realidad. En un símil sencillo, cómo
si una calculadora nos responde que 2×2 son 6. A la hora de aplicarlo a la vida
real estaríamos totalmente equivocados.
Más allá
del recalibrado o la utilización de instalaciones externas, en Ferrari deberían
ser conscientes de que para luchar contra los McLaren y los Red Bull
necesitan unas instalaciones a la altura de la misión. En Woking y
Milton Keynes cuentan con túneles de viento de última generación. Que Ferrari
esté por detrás en esto hace pensar que en Maranello tienen que despertar.
Como hemos dicho, Ferrari se puso
a trabajar en ello, y durante el año se nos dijo:
"Hemos investigado en
el túnel de viento de Toyota, así que tuvimos la oportunidad de comparar
los tres escenarios diferentes (los dos túneles, además de la pista), y también
un cuarto porque está el CFD. Creo que hemos hecho muy buenos progresos en ese
entendimiento, y espero que en septiembre u octubre logremos un muy, muy buen
punto en términos de correlación entre el túnel y la pista".
Costa no cree que lleguen demasiado tarde con esta actualización: "Ya hemos arreglado y entendido muchos de los problemas, por lo que (el túnel) está funcionando en este momento. Estamos mejorando continuamente el túnel de viento y cosas por venir en los próximos meses. Las últimas acciones serán para acabar definitivamente con este problema, y serán llevadas a cabo en septiembre u octubre"
Costa no cree que lleguen demasiado tarde con esta actualización: "Ya hemos arreglado y entendido muchos de los problemas, por lo que (el túnel) está funcionando en este momento. Estamos mejorando continuamente el túnel de viento y cosas por venir en los próximos meses. Las últimas acciones serán para acabar definitivamente con este problema, y serán llevadas a cabo en septiembre u octubre"
Para finalmente, llegar a final
de temporada y:
Hay varias, muchas y muy diferentes causas por
las que Ferrari ha estado, un año más, por detrás de Red Bull y McLaren, pero
en el top de la lista aparece el túnel del viento de Maranello. En la escudería
se dieron cuenta cuando ya se habían disputado varias carreras de que los datos
obtenidos en esa instalación de la fábrica, vital en la F-1 actual dominada por
la aerodinámica, no coincidían con los que se registraban en la pista, menos
aún en las carreras.
La proporción del coche no era la correcta y eso
ha lastrado toda la temporada del equipo rojo. Para solucionarlo, se echó mano
del túnel del antiguo equipo Toyota en Colonia, pero el daño ya estaba hecho,
había que cambiar el coche entero, hacer uno nuevo para que todo fuera bien.
Bajo esa premisa, demasiado bueno ha salido el 150º Italia.
Pero, al fin, cuando sólo quedan tres carreras
para terminar este campeonato, Ferrari ha arreglado el túnel del viento.
Stefano Domenicali señaló: "Los datos obtenidos por la escudería en la
galería del viento de Maranello coinciden con los que hemos visto en la carrera
y en todo el GP de Corea respecto al nuevo alerón delantero, así que es una
buena señal. Sin ninguna duda".
Ahora sólo falta que el equipo que capitanea Pat
Fry, con Rory Byrne como asesor y Nicolas Tombazis como diseñador, haga un
coche campeón o al menos un monoplaza rápido. "No necesito el mejor coche,
sólo un coche competitivo para ganar el Mundial", dijo Alonso en Japón.
Pues que Ferrari lo construya... -Manuel Franco
Pues nada, 2012, en teoría con un túnel del viento perfectamente
calibrado y listo para hacer un coche campeón y… hace dos días nos encontramos
con que el diario italiano Il Corriere
dello Sport publica que, en resumidas cuentas, Ferrari tienen un problema de
calibración en su túnel del viento, en concreto en las balanzas sobre las que
apoyan cada rueda, a alta carga aerodinámica, lo que produciría que los datos
extraídos a bajas velocidades sean correctos, pero a altas no lo son.
Llegados a este punto tenemos que, o bien Pepe Gotera y Otilio han reformado y calibrado el túnel del viento, o que el problema de Ferrari va más allá.
Parece que
el fichaje del aerodinamista Ben Agathangelou, que se encargará de
integrar los datos del túnel de viento en el CFD y la simulación que obtengan
en los modelos a escala apunta en esta segunda dirección. Pues sí, señores, el
problema de Ferrari es la comprensión, ni comprenden su coche y desde luego no
comprenden el rendimiento de los nuevos neumáticos Pirelli de este año, algo clave si desea lograr resultados acordes al prestigio de la marca.
En resumen, el problema del equipo ha sido una
dejadez en el terreno de las nuevas tecnologías para seguir inmiscuidos en el pragmatismo
de rodar con el coche en la pista mientras los test estaban permitidos,
mientras el resto de equipos, entiéndase especialmente, Mclaren y Red Bull hacían
su trabajo con el CFD y túnel del viento. Con la llegada de 2009 y la
prohibición de los test la Scudería se vió en una calle sin salida y hubo de
ponerse manos a la obra, pero claro, la dejadez se paga y ahora se han
encontrado con un retraso considerable en el uso y comprensión de estos
sistemas.
De hecho, el propio Pat Fry ha reconocido que el
problema se encuentra en la forma de trabajar que tiene el equipo, en el
proceso de diseño, comprobación y elaboración de datos, etc; y evidentemente
todo esto lleva tiempo y en mundo tan complejo como este, tiempo, no es igual a
un día para otro.
Conclusión, ojalá me equivoque, no esperemos ver un
Ferrari haciendo maravillas próximamente, si acaso esperemos que Fernando las
haga y disimule las carencias del coche.
Sergio.