Tres carreras faltaban para la conclusión del campeonato
alemán de turismos, y el aplastante dominio del equipo HWA, Mercedes, y de su
piloto Gary Paffett empezaba a quedar como un recuerdo, pues mientras
que los Audi empezaban a levantar el vuelo, la armada de los BMW habían fijado
sus miras en lograr el título y Bruno Spengler, como su principal baluarte,
estaba decidido a pelear hasta las últimas consecuencias.
Oschersleben (Alemania) del
14 a 16 de Septiembre
Octava prueba de la temporada y un circuito que tal y como se demostró el
año pasado no era propicio para los intereses de Mercedes el fin de semana se
presentaba como una oportunidad para los “debutantes” alemanes de BMW para
recortar distancias, si bien, los Audi deberían a priori estar en la pomada,
cosa que no sucedió.
Pues bien, pole y victoria para Spengler, que aguantó estoicamente el
acoso durante toda la carrera del Mercedes de Paffett que rindió a gran nivel
durante el fin de semana, demostrando que no iba a vender su piel a bajo coste.
Por su parte, Jamie Green completaba el podio, dejando claro que aunque sus
opciones al título eran remotas iba a continuar remando.
Por tanto, a falta de dos carreras continuaba líder pero veía como su
ventaja se reducía para con el canadiense Spengler hasta los 11 puntos.
Cheste (España) 28 a 30 de Septiembre
El DTM llegaba a tierras españolas, en concreto al circuito valenciano
Ricardo Tormo, territorio vedado por Audi, pero este año, una pieza iba a
entrar sin contemplación en el “feudo arado”.
El ansiado buen tiempo por nuestros compatriotas europeos decidió no
hacer aparición hasta el día de la carrera y el viernes y parte del sábado se
disputaron bajo unas duras condiciones climatológicas, pues la lluvia tuvo a
bien regar el reasfaltado, y bacheado, trazado valenciano, lo cual impidió a
los equipos reglar sus coches de forma satisfactoria. Audi y BMW lo notaron,
pero lo de Mercedes no se recordaba… desastroso sería quedarse corto, y es que
ver a los pilotos de la estrella luchando con sus bólidos mientras estos se
balanceaban y botaban, literalmente, a más de 200 km/h era puro espectáculo
para el aficionado, pero un calvario para ellos.
Y así se plasmó el sábado, donde el mejor
Mercedes fue Wickens, 14º, mientras que Paffet y Green fueron 17ª y 18ª
respectivamente. Por su parte la pole recayó, sorprendentemente para Farfus,
pues no hemos de olvidar que dentro del top ten, Audi metió a siete de sus ocho
coches.
La carrera no difirió mucho de lo visto el sábado, y Farfus logró la
victoria por delante de Tambay y Ekström. Los contendientes al título por parte
de Mercedes, Paffett abandonó tras tocarse en la primera vuelta y “arrastrarse”
por el asfalto hasta que decidió coger el camino de los boxes y Green logró un
punto al ser décimo. Spengler, pese a arrastrar durante el fin de semana
malestar físico, ( cogería frío el
hombre ), logró finalizar la carrera en sexta posición, gracias a la ayuda de
sus compañeros de equipo Werner y Priaulx, que poco más que lanzaron fuera de
la pista a Rahel Frey para que pudiera pasar el señor Bruno, si bien se ha de
decir que tuvo que recuperarse de un Drive Through que le fue impuesto por
“moverse” en la parrilla de salida.
Así pues, el campeonato afrontaba su última prueba con tres puntos entre
el líder Paffett y el segundo clasificado Spengler.
Hockenheim (Alemania) 19 a 21
de octubre
Última prueba de la temporada, y el mano a mano estaba servido.
Spengler salía en tercera posición, mientras que Paffett lo hacía en
segunda, ambos superados por el BMW de Augusto Farfus, que al igual que en
Valencia se alzaba el sábado con el mejor tiempo.
Cuando las luces del semáforo se apagaron ambos BMW salieron como alma
que lleva el diablo mientras que el Mercedes de Paffett veía como sus ruedas
traseras patinaban, perdiendo tracción e indefectiblemente perdiendo un terreno
valiosísimo que hizo que tanto Spengler como Joey Hand le arrebataran la
posición.
Pero el inglés no cedió, y en la horquilla de la pista germana logró beneficiarse
de la lucha mantenida entre el Audi de Ekström y el BMW de Hand, para colocarse
en tercera posición. Por delante, como no podía ser de otra forma, Farfus
dejaba el camino expedito para que el canadiense y compañero de marca se
lanzará a por su primer título del DTM.
Pero los hombres de la estrella no se iban a rendir y tras una genial
parada en boxes Paffett lograba rebasar al brasileño de BMW y colocarse
segundo. La batalla final comenzaba, ambos sabían que el orden de posiciones en
la carrera sería el orden en el campeonato.
Paffett empezó a rodar a un ritmo endiablado y Bruno intentaba lanzar sus
réplicas, pero el Mercedes negro se acercaba cada vez más hasta colocarse en la
zaga del BMW mate. Pero tras reducir la ventaja a un segundo, como si de un
muro invisible se tratara, la distancia dejó de reducirse, y Spengler pudo
cruzar la línea en primera posición y alzarse con el título, dándole a la marca
alemana, BMW, el título del DTM 20 años después, así como lograr que su equipo
se alzare campeón, de la misma forma que BMW ganó en la clasificación de
constructores.
Así pues, triplete para BMW en un año perfecto, que a buen seguro querrán
repetir el año que viene, pero para ver eso tendremos que esperar.
Sergio.