lunes, 16 de julio de 2012

Dejándole hacer.


La quinta prueba del Mundial se disputaba en tierras sudamericanas, en concreto en Argentina, donde Sébastien Loeb lograba su séptima victoria consecutiva en este rallye. Hirvonen completaba el doblete para Citroën, mientras nuestro representante en el WRC cedía la tercera posición a falta de 4 km para finalizar la prueba por romperse la correa del alternador de su Fiesta RS WRC, en el que se montó por primera vez para suplicar al finés Latvala, todavía convaleciente de su fractura de clavícula que sufrió mientras practicaba esquí.



El Rallye de Argentina se presentaba anormalmente abierto dadas las diferencias que presentaba en el recorrido respecto a pasadas ediciones, de hecho, su principal peculiaridad iba a ser la longitud del mismo, puesto que con algo más de 500 Km cronometrados iba a ser el rallye más largo en los últimos diez años de mundial.

La primera jornada tuvo un complicado inicio para el campeón del mundo Francés, puesto que sufrió varios trompos que le hicieron ceder algunos segundos frente al piloto que empezó marcando el ritmo, el noruego Petter Solberg. También tuvieron problemas en los primeros tramos Tannak y Novikok que debieron abandonar y reengancharse en Rally2.



La alegría le duró poco a Solberg, pues cometió otro de los innumerables errores que acompañan a los pilotos de Ford este año, y tras marchar largo en una curva del cuarto tramo, destrozó el brazo de dirección de su Ford. Fin del rallye para él,  si bien se pudo renganchar en rally2, tras penalizar, evidentemente, 15 minutos por los tramos no disputados. Por tanto Dani Sordo se quedaba en tercera posición como único baluarte de la marca del óvalo.



Hirvonen recogía el testigo del liderato, secundado por Loeb, en ese momento a algo más de 12 segundos, mientras Sordo a 17 segundos del piloto finlandés mantenía la presión sobre los hombres de la marca francesa, si bien, esto fue efímero pues en los siguientes tramos no pudo mantener el ritmo de los Citroën y fue cediendo paulatinamente, y como no podía ser de otra forma pues era la primera vez que se subía al Fiesta, segundos al cronómetro.



La segunda jornada puso virtual punto final al Rally pues Yves Matton director del equipo WRC de Citroën dictó las órdenes de equipo que todo el mundo esperaba, y ordenó que Loeb, actual líder en esos momentos de la prueba, sería primero e Hirvonen segundo, por lo que se le prohibía al piloto subcampeón del mundo el pasado año luchar por la victoria.



Por su parte, Solberg empezó su remontada marcando los mejores tiempos en los tramos, ante el ritmo “de seguridad” impuesto por Loeb e Hirvonen,  de hecho logró finalizar la prueba en sexta posición tras marchar el mejor tiempo en todas y cada una de las especiales del tercer día. En este tercer día se disputaba la Power Stage y en ella la desgracia visitó a Sordo, que tras realizar un genial trabajo vió como su alternador dijo bsata y a 4 km del final perdió un merecidísimo podio, que fue a parar a manos de Ostberg. En este último tramo Solberg se llevó los 3 puntos, 2 para Hirvonen y 1 para el qatarí Nasser Al-Attiyah.

Por tanto, una piedra menos en el camino para Loeb de cara a lograr su noveno entorchado.




Sergio.

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