La quinta prueba del Mundial se
disputaba en tierras sudamericanas, en concreto en Argentina, donde Sébastien
Loeb lograba su séptima victoria consecutiva en este rallye. Hirvonen
completaba el doblete para Citroën, mientras nuestro representante en el WRC
cedía la tercera posición a falta de 4 km para finalizar la prueba por romperse
la correa del alternador de su Fiesta RS WRC, en el que se montó por primera
vez para suplicar al finés Latvala, todavía convaleciente de su fractura de
clavícula que sufrió mientras practicaba esquí.
El Rallye de Argentina se
presentaba anormalmente abierto dadas las diferencias que presentaba en el
recorrido respecto a pasadas ediciones, de hecho, su principal peculiaridad iba
a ser la longitud del mismo, puesto que con algo más de 500 Km cronometrados
iba a ser el rallye más largo en los últimos diez años de mundial.
La primera jornada tuvo un
complicado inicio para el campeón del mundo Francés, puesto que sufrió varios
trompos que le hicieron ceder algunos segundos frente al piloto que empezó
marcando el ritmo, el noruego Petter Solberg. También tuvieron problemas en los
primeros tramos Tannak y Novikok que debieron abandonar y reengancharse en
Rally2.
La alegría le duró poco a
Solberg, pues cometió otro de los innumerables errores que acompañan a los
pilotos de Ford este año, y tras marchar largo en una curva del cuarto tramo, destrozó
el brazo de dirección de su Ford. Fin del rallye para él, si bien se pudo renganchar en rally2, tras
penalizar, evidentemente, 15 minutos por los tramos no disputados. Por tanto
Dani Sordo se quedaba en tercera posición como único baluarte de la marca del
óvalo.
Hirvonen recogía el testigo del
liderato, secundado por Loeb, en ese momento a algo más de 12 segundos,
mientras Sordo a 17 segundos del piloto finlandés mantenía la presión sobre los
hombres de la marca francesa, si bien, esto fue efímero pues en los siguientes
tramos no pudo mantener el ritmo de los Citroën y fue cediendo paulatinamente, y
como no podía ser de otra forma pues era la primera vez que se subía al Fiesta,
segundos al cronómetro.
La segunda jornada puso virtual
punto final al Rally pues Yves Matton director del equipo WRC de Citroën dictó
las órdenes de equipo que todo el mundo esperaba, y ordenó que Loeb, actual
líder en esos momentos de la prueba, sería primero e Hirvonen segundo, por lo
que se le prohibía al piloto subcampeón del mundo el pasado año luchar por la
victoria.
Por su parte, Solberg empezó su
remontada marcando los mejores tiempos en los tramos, ante el ritmo “de
seguridad” impuesto por Loeb e Hirvonen,
de hecho logró finalizar la prueba en sexta posición tras marchar el
mejor tiempo en todas y cada una de las especiales del tercer día. En este
tercer día se disputaba la Power Stage y en ella la desgracia visitó a Sordo,
que tras realizar un genial trabajo vió como su alternador dijo bsata y a 4 km
del final perdió un merecidísimo podio, que fue a parar a manos de Ostberg. En
este último tramo Solberg se llevó los 3 puntos, 2 para Hirvonen y 1 para el
qatarí Nasser Al-Attiyah.
Por tanto, una
piedra menos en el camino para Loeb de cara a lograr su noveno entorchado.
Sergio.
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