Es irónico, hasta el punto de
convertirse en gracioso, sino fuera porque tiene más visos de ser hiriente para
este deporte, que una boya de rescate que es lo que vislumbraba ser. No, no me
he vuelto loco.
Después de nueve años de dominio
con mano de hierro por parte de Loeb, el mundial de rallyes, tras la retirada
del nueve veces, consecutivas, campeón del mundo Sebastien Loeb parecía dar
paso a una nueva era, donde por fin podríamos ver de nuevo a varios pilotos luchando
por el título, con su correspondiente incertidumbre. Varios años llevaban ya
muchos aficionados y periodistas rezando para que el “caníbal de la Alsacia” decidiera
dejar el WRC y se dedicara a ganar otras competiciones, y cuando por fin ese
momento ha llegado va y…
… y aparece otro Sebastien, más
joven, francés, con más hambre, y en otra marca, dispuesto a coger el cetro
para convertirse en el nuevo rey de la categoría, aunque más que rey, tiene
pinta de ser el nuevo dictador.
Ojalá me esté precipitando en las
líneas anteriores pero viendo el rendimiento del Polo en las primeras tres
citas del mundial, en terrenos tan dispares como nieve y tierra, habiendo
ganado una de las pruebas, habiendo humillado al resto de competidores en la
otra, y siendo segundo en la prueba inaugural, únicamente superado por Loeb,
quien finalmente ha decidido hacer un programa parcial de cuatro pruebas,
incluyendo, todo sea dicho de paso, la segunda cita del mundial disputada en
tierras nórdicas, donde nada pudo hacer para remediar el triunfo de su sucesor,
mucho me temo que nos vamos a encontrar con que en un par de pruebas más no hay
mundial, especialmente cuando toquemos asfalto.
Así pues es curioso, años
reclamando al campeón que colgara sus guantes y en un par de semanas estamos
todos reclamando su retorno, incluyendo los propios miembros de Citroën, que se
empiezan a dar cuenta que quizá tengan en sus filas a dos estupendos escuderos
pero a ningún gran campeón, de nuevo ojalá me equivoque y el bueno de Dani
Sordo me cierre mi bocaza, pero permítanme discrepar al menos hoy por hoy en
que Dani pueda vencer a Ogier, y de Hirvonen... es muy regular pero no tiene ese tirón que le hace falta a todo campeón para saber cuando atacar. No, no me olvido de Latvala... pero es que... bueno, es Latvala, no hace falta decir nada más, árbol va.
En fin, el tiempo dará y quitará
razones, lo que está claro es que el vuelve Loeb puede ir cogiendo más fuerza si
Seb II sigue como ha empezado, porque desde Volkswagen parecen empeñados en
ponerle la alfombra roja a su nuevo campeón, y esto puede ser un gran problema
para ya un maltrecho deporte, pues no hay nada que más daño haga a una
competición que tener a un dominador claro, esperemos que desde Citroën ya sea
con o sin Loeb y desde “Ford” se pongan las pilas y remedien esto.
Sergio.
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