domingo, 6 de enero de 2013

3.- El piloto que no podía conducir.

La historia de hoy es algo más reciente que las que hemos comentado anteriormente, pero desde luego es igual de curiosa. Corría febrero de 2011 y se disputaba en las gélidas tierras suecas la prueba anual correspondiente al mundial de rallyes.



Ese mismo año se había introducido una especial, generalmente el último tramo de la prueba, en cada una de las citas del mundial denominada Power Stage, que consiste en que el piloto con mejor tiempo en ese tramo se ve premiado con 3 puntos en la clasificación general, el segundo piloto con dos puntos y el tercero con uno.  Dicho tramo era televisado en directo y los coches iban saliendo sin ningún tipo de sorpresa hasta que le toco el turno al Citroën DS3 del piloto noruego Petter Solberg. 

 La sorpresa saltaba cuando la cámara enfocaba a Petter y este no era quien se encontraba a los mandos del automóvil, sino que era su copiloto, Chris Patterson. Nadie daba crédito a lo sucedido y en primer momentos todos pensábamos que era “ una más” del show de Solberg, pero al finalizar el tramo y pedir explicaciones al noruego nos enteramos de la realidad, y esta no era otra que, le habían retirado el carnet de conducir durante dos meses en Suecia por un exceso de velocidad cometido el viernes anterior.

* Por algún error de blogger no puedo insertar el video, asi que hasta que lo solucionen dejo el enlace :http://www.youtube.com/watch?v=vCnjVQezDvE

Pues sí, el piloto del Citroën fue cazado en uno de los enlaces a los tramos, es decir, en una carreta pública a 112 km/h y la velocidad se encontraba limitada a 80 km/ h lo que le acarreaba una sanción de dos meses sin poder conducir en tierras suecas a partir de las 48 horas del accidente, es decir, las dos de la tarde del domingo, y como su partida en el tramo era a una hora posterior su copiloto debió tomar las riendas del coche.


El simpático incidente se saldó con la pérdida de una plaza en la clasificación general para el piloto noruego, pero a buen seguro que para su copiloto la experiencia mereció dicha perdida: 

 “Antes del último tramo ya sabía que tendría que conducir yo”, comenta el copiloto de 42 años, Patterson. “Nunca antes había pilotado el coche pero nos lo pasamos bien. La seguridad vial es muy importante y tenemos que seguir las normas. Petter conducía con exceso de velocidad y es justo que pague por ello”. 

 Sergio.

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